Yo contra mí

A menudo lucho conmigo misma.

Hay una parte de mí que busca hacer el bien y potenciar mis posibilidades al máximo; que tiene unos valores que hay que respetar y unas reglas que cumplir para sacar el mayor provecho de la vida, tanto a nivel individual como social. Ese yo es el que sueña con un mundo mejor; más inocente y puro. Alguien que aspira a ser un buen ejemplo, una amiga fiel, una mujer ideal, coherente e íntegra.

Sin embargo, no está sola. Existe otro yo que no entiende de moral, que no distingue entre el bien y el mal; que carece de absolutos y adapta cada valor a su apetencia, jugando a contruir una filosofía contradictoria que, a modo de buen demagogo, logre convencer por medio de la retórica de algo cuyas bases pocas veces llegan a ser más que cortinas de humo.

Y así me encuentro... buscando el orden en mi interior.