lunes, mayo 31, 2010

Hay cosas que debo decir

He pensado mucho en como evitar escribir de la forma en que lo hago, simplificar cuando es dolor o tristeza lo que siento, pero me es imposible, este blog no está hecho para maquillar la verdad. Desde que lo empecé he dejado gran parte de mi vida en él, puede que suavice, que coloree, que diseñe un poco el contenido, pero la verdad sigue ahí... inmutable.

He escrito infinidad de cosas, muchas de ellas al amor, a la vida, reflexiones extraídas de alguna noche de insomnio, pero cuando alguna adversidad o sencillamente un pequeño bajón me azota o me zarandea tan fuerte, no esperen que entonces lo acalle, no esperen que me lo trague, tampoco lo hago cuando me siento bien, cuando me inunda la alegría... soy transparente y ese es el tributo que debo de pagar...

Este espacio no tiene un gran diseño, ni un gran colorido en imágenes, no pretende tener una cantidad forzada de amigos, ni siquiera aspira a que nadie deje comentarios, este espacio es mi amigo intimo, ese cómplice que me ayuda a conocerme, ese pergamino de sensaciones o simplemente ese otro yo que a veces soy incapaz de comprender.

Ocurre que cuando mis textos son desgarradores o derraman un cierto airé melancólico, me lleno de una sensación poco agradable, ya que me preocupa el hecho de que los analicen y se preocupen demasiado... soy yo! Y seguiré siendo yo, unos días mejor y otras peor, pero no pretendan que siga siempre en la misma línea porque entonces la verdad quedaría fuera de juego.


Llegarán mejores tiempos, escribiré desde la serenidad mas absoluta, o posiblemente ponga tierra por medio, muchas veces lo he hecho, añadiendo poesías de grandes poetas, mientras tanto todo se calma, o no, pero hago lo que puedo para no alargar demasiado este pequeño desequilibrio y no inundarlos con mi falta de lucidez.

Con todo esto quiero decirles que lean, tan solo eso, ya volverá a amanecer.

Nunca he cerrado el espacio, no al menos por un largo tiempo, si que es cierto que últimamente me ha pasado por la cabeza, pero también lo necesito egoístamente, pues son lo único que me da fuerzas y gracias a ustedes y ese cariño incondicional puedo seguir aquí... desnudando mi alma describiendo mis vivencias.

Entren y paseen con la misma impresión de cuando han llegado, solo son textos que me ayudan a sobrevivir y a superar ciertos episodios... solo son palabras descorchadas que salen y se evaporan en el mismo instante en que ustedes mi queridos amigos se las beben.