miércoles, abril 05, 2006

¿Dudar?

La duda, por encima de ser algo natural para todos, es una capacidad humana a la que hay que permanecer ajeno la mayor parte del tiempo posible.
No confundir nunca la duda con la prudencia. Dudar de tus propias posibilidades no es lo mismo que controlar la euforia y lanzarse en algo superior a nuestras fuerzas. Porque ser prudente es simplemente no sobrevalorarse, pero tener dudas es desconocernos a nosotros mismos, y muchas veces dejar escapar posibilidades únicas.
La duda produce miedo, tristeza, hambre, dolor, ... Así la inseguridad, la duda, es un predador muy adaptable y se amolda a cualquier persona para atacar. Puede atacar en cualquier campo: dudar de nosotros mismos, dudar de las cosas que tenemos, dudar de nuestros amigos, etc.
Cuando empezamos a dudar de aquellos a los que queremos ya se convierte en una situación demasiado peligrosa, ¿En qué otra cosa se puede confíar?
Yo personalmente prefiero vivir el mal momento en el que con un golpe de sinceridad se me confiese que estaba equivocada en contar con alguien que tener que dudar de esa persona todo el resto de mi vida.
Por eso, cuando alguien te pregunte "¿Me queres?" Di la verdad, aunque la respuesta sea "No", porque contestar "No lo sé" es más nocivo de lo que te imaginas.
Image hosting by Photobucket

4 comentarios:

Anónimo dijo...

aclaratorio: duda/prudencia... siempre me consideré una persona con muchas dudas, porque soy un pensante paranoico... ahora puedo considerarme simplemente prudente.. gracias por la aclaración! ;-)

Anónimo dijo...

Sei que se conselho fosse bom a gente não dava ... ... mas, ás vezes é complicado confiar em todo mundo sem ter um pé atrás!!!
Bj

Anónimo dijo...

é relativo ... também parto do princípio de que todos s~]ao bons o dignos de confianza ... até que me provem o contrário!!!!
Por isso me decepciono muito mais que os outros ... o mesmo deve acontecer com vc, não é mesmo?
Abraços

Anónimo dijo...

“... Freud e Jung descobriram q as nossas piores dores, nossos mais profundos temores e nossos mais comoventes traumas, estão profundamente sepultados em nosso íntimo. Comumente ñ nos lembramos, quer de eventos q lhes deram causa,ker das conseqüências imediatas d tais acontecimentos. Somente as cicatrizes são observáveis, na forma de problemas omportamentais. Mas acontecimentos ñ esaparecem da memória, encontram-se gravados no inconsciente”.