martes, julio 25, 2006

Resucitando

Es cierto que muchas veces la gente se olvida de vivir.

Se refugia en una u otra cosa, que se convierte en rutina y quizás aquello que más nos gustaba, acaba por ser tedioso y desagradable.

Yo creo que el problema es, que casi nadie se pregunta cómo es que quiere vivir realmente. Y si lo hacen, pocos se preocupan por alcanzarlo.

Simplemente no podemos detenernos a pensar qué es lo que realmente nos interesa, tenemos que vivir porque no hay tiempo que perder, claro... como suele ocurrirle a las personas que van del campo a una ciudad grande y ven que todos van apurados por llegar a algún lugar, pero realmente no saben a donde.

Bueno creo que es así. Yo que vivo en una ciudad "grande", he tenido oportunidad de oir a alguien que me dijo: es la misma ciudad la que hace que caminemos rápido. Pero me estoy yendo de tema; vivimos así, como en una gran ciudad que nos lleva. El ritmo de la sociedad, del mundo nos lleva, nos impulsa hacia adelante, nos empuja. Y nosotros sin saber hacia dónde vamos.

En un arranque de idealismo diré que: al ser humano le hace falta resurgir, reencontrarse... porque no sabemos qué queremos, ni del mundo ni de nosotros mismos. Esa es la razón por la que pretendo resurgir un poco, frenar el impulso de esta vida que me lleva tan vertiginosamente.

Hay gente que no tiene ganas de vivir. Me dan pena y a la vez me generan rechazo (que hace que no pueda quedarme en el mismo sitio con esa gente), porque una cosa es no saber a dónde ir y otra muy diferente es no sólo no saber sino que además, no tener ganas. Me indignan esas personas que comienzan algo, desilusionadas desde un primer momento.

¿Pero cómo se puede lograr que esa gente "resucite"?

De todas formas no creo que esas personas no tengan sueños ni anhelos, simplemente que tienen miedo de realizarlos.

Sin duda alguna, si no se empieza algo con esperanzas, jamás se llegará a ningún lado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quanta mudança!!!
Quero a fórmula milagrosa.. infelizmente sou uma dessas pessoas que também precisam ressucitar!
Beijos