viernes, diciembre 07, 2007

Comiendo perdices

A veces encuentro la felicidad de repente, o tal vez me encuentra ella a mi... como cuando estoy a la sombra de mi limonero, o cuando prendia un incienso y mi gata ronroneaba en mis rodillas.


A veces me encuentro la felicidad, como si andara todo el dia por la casa y me la tropezara de frente.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Su devenir es lo que la hace más poderosa.Por eso tengo una sensación muy parecida cuando describes con palabras algo que he sentido o siento, porque lo haces real.Un beso!

Anónimo dijo...

Que hacer..cuando te la encuentras en todo momento... y la distancia te devuelve ese nudo en la garganta?

Anónimo dijo...

Encontros inesperados de doce sabor... Deus queira que se repitam e repitam...
Saluditos :)

Anónimo dijo...

A que resulta extraño en esos momentos, a veces. Pero creo que se que estas diciendo.A veces cuando te leo me da como miedo, porque es que a veces me describes momentos de mi vida..

Anónimo dijo...

La felicidad está en todas partes, en cada segundo y en cada instante.. en cada rincon, en cada detalle. Siempre está presente como deberia estarlo nuestras sonrrisas... acompañadas con risas... la felicidad nos encuentra y nosotros tambien a ella... asi se complementa... porque tiene a quien hacer felíz.Cuidate.Au revoir

Anónimo dijo...

A veces te pasa por un lado y ni la ves..la dejas ir porque si..por no prestarle la atención suficiente...Deberiamos estar mas pendientes de ello. Digo yo..a mi se me paró en frente y la abrazé tan fuerte que su aroma aún tengo.Besos linda :-*