jueves, septiembre 04, 2008

Tic-Tac

Adoro estos momentos regalados en que siento (sueño) que la noche me pertenece. Ahora mismo me envuelve una brisa fresca, dulce y limpia que entra por la ventana. Como un chorro de agua que tuviera el poder de detener el tiempo, o de congelarlo. Será el preludio del la primavera supongo, aunque este año no tengo la sensación de costumbre, de que todo a mi alrededor está a punto de secarse, arrugarse y caer, como las hojas de los árboles. Imagino que tantas veces viviendo las mismas sensaciones terminan por convencerte de que a cada primavera sigue un verano, y tras este, un otoño y un invierno. Y acaban por demostrarte que la rutina mueve montañas. Te das cuenta de que no existe el apocalipsis, aunque algún lunes casi lo parodie. E interiorizas que al finalizar el verano no suenan trompetas, ni el cielo cae a pedacitos sobre nuestras cabezas. Ni nada parecido. Es la sensación de haber resistido a una tempestad donde algunos lo hayan perdido todo, otros simplemente se hayan entregado a la deriva y la gran mayoría haya sobrevivido como buenamente ha podido, convencidos de que la vida sigue. Y así nos sorprendemos a nosotros mismos jugando con los juguetes de siempre, leyendo de nuevo aquel libro preferido o reencontrándonos con series de televisión que nos distraigan y alejen del día a día, y de nosotros mismos. Tratando de memorizar alguna frase especial que nos ayude a encontrarle un sentido a esta vida, que en realidad no tiene. Salvo porque quizás mañana, después de tanto tiempo, se besen de nuevo nuestras miradas, se abracen las palabras en el aire y charlemos un rato, antes de que el reloj de este recién estrenado lunes nos devore sin compasión.

1 comentario:

los normales dijo...

Ves, y eso es la ilusión del mañana, que la vida guarda sorpresas.... y la buscaré en el tren a la hora de siempre "Por favor que no se retrase"
Hehehehehe

by Nacho