Me encanta la noche. Supongo que nací medio murciélaga. Y no es sólo porque a la luz de la luna vaya de aquí para allá volando sin ton ni son, ciega perdidoa y duerma cabeza abajo con los pies en la almohada, aferrada a mí misma (aunque visto así, el parecido es enorme). Me encanta la noche, porque cada día me muestra una cara diferente de la soledad. A veces la amo con locura y a veces la odio. A la noche. A la soledad siempre la amo, porque no es un castigo. La inmensa mayoría de las veces, casi siempre, encuentro que es una verdadera bendición.Dicen que las palabras se las lleva el viento... a menos que las escribas.
domingo, abril 27, 2008
Noche
Me encanta la noche. Supongo que nací medio murciélaga. Y no es sólo porque a la luz de la luna vaya de aquí para allá volando sin ton ni son, ciega perdidoa y duerma cabeza abajo con los pies en la almohada, aferrada a mí misma (aunque visto así, el parecido es enorme). Me encanta la noche, porque cada día me muestra una cara diferente de la soledad. A veces la amo con locura y a veces la odio. A la noche. A la soledad siempre la amo, porque no es un castigo. La inmensa mayoría de las veces, casi siempre, encuentro que es una verdadera bendición.
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1 comentario:
Draculilla!!! que hace un montón que no te digo nada. Es que acabo de volver de la tierra de los vinkingos.
Ya pasaré más seguido.
Besos
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