jueves, noviembre 01, 2007

El hombre invisible


La gente anda ajetreada, las prisas, el trafico, los semáforos en rojo se adueñan de la ciudad, los empujones en los pasos de zebra, el sonido de unos tacones multiplicados, el claxón de un autobús, la boca del metro, el taxi que espera con su luz verde, el coche que se ha detenido con doble intermitente, palomas que pasean por el cielo, pero nadie lo ve.

Algunos lo esquivan como si fuera un trozo de papel, como quien esquiva la mierda de nuestro propio perro en una cera, los que lo ven, apartan la mirada, cada uno tiene su propia excusa.

A mi no me importa que beban vino, si eso les ayuda a quitarse el frío, a olvidar por un momento que son los despojos de nosotros mismos, de la sociedad capitalista que hemos construido, todos juntos, codo a codo... nadie le dará trabajo aunque lo busque y yo no seré mas pobre por dejarle una moneda, por abrir un poco mas los ojos y no esperare un gesto de agradecimiento, no lo quiero, no lo necesito, si espero ese gesto le arrebatare lo único que aún tiene, la dignidad.

La gente anda ajetreada, las prisas, el trafico, los semáforos en rojo se adueñan de la ciudad, pero nadie lo ve.

El hombre invisible existe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vc o vê... já é alguma coisa, sinal de que nem tudo está perdido... ...

Azazel Pistis dijo...

Holla, amor.
Bueno, creo que es hora de nosotros id al alguno lugar más sossegado, no?
Que tal Araranguá, o Criciúma, o Nova Petrópolis, o Galícia, o Punta del Diablo? kkkk
Besitos, amote